La ventresca es la parte más jugosa y sabrosa del bonito blanco o bonito del Norte (Thunnus alalunga). Se conoce también como el «chaleco del bonito», porque es la pieza de este delicioso pescado que se extiende desde la sotabarba hasta su vientre. De este modo, componen la ventresca unos filetes de carne con textura gelatinosa e intenso sabor, que nos hacen degustar la exquisita y nutritiva grasa del bonito. Es un producto muy especial, que en las conserveras se trabaja todavía hoy de forma artesanal.
La ventresca de bonito fresca se cotiza, especialmente, en el mercado, por su exquisito sabor y aporte en ácidos grasos, contiene proteínas, fósforo, tiamina, niacina, vitamina B6, vitamina B12 y vitamina D.